La sudoración después de comer o durante las comidas –lo que se llama “sudor gustativo”– tiene su causa en las bebidas calientes y la comida picante o caliente: tu temperatura interna aumenta, y tu mecanismo de regulación corporal se activa. La comida picante y las bebidas calientes antes de a dormir pueden ocasionar sudores nocturnos. La cafeína estimula tus glándulas sudoríparas, y el alcohol ensancha los vasos sanguíneos en tu piel, lo que también puede hacerte sudar más.
La sudoración excesiva al comer puede significar un problema para algunas personas: todos los alimentos o simplemente pensar en ciertas comidas puede hacerlas transpirar. Esto puede estar ligado a un mal funcionamiento de la producción de la saliva, en el que los nervios que nos hacen salivar pueden confundirse con los nervios en nuestras glándulas sudoríparas, y entonces transpiramos en lugar de producir saliva. Si sudar al comer y tu sudor gustativo te preocupan, consultá con tu médico para encontrar una solución al problema.
El olor corporal puede tener su causa en algunas comidas. La cebolla, el ajo, las comidas picantes y los productos lácteos pueden hacer que tu sudor huela mal. El consumo desmedido de alcohol también puede hacer que tu transpiración tenga un mal olor.
El alcohol hace que la temperatura de nuestro cuerpo aumente al aumentar nuestra corriente sanguínea y el nivel de azúcar, por eso sudamos más para compensar. El cuerpo también ve al alcohol como una toxina, entonces trabaja más para deshacerse de él a través del hígado, pero también a través de la orina y el sudor. La transpiración excesiva nocturna puede ser provocada por el alcohol.