Cuando nos estresamos, las glándulas apocrinas más grandes, principalmente en las axilas y la ingle, comienzan a producir transpiración.
El sudor ecrino es principalmente sal y agua. Entonces tiene muy poco olor. Pero el sudor apocrino contiene más nutrientes. Eso lo hace más atractivo para las bacterias que viven naturalmente en nuestra piel y se alimentan de nuestro sudor. Como resultado, el sudor por estrés puede oler peor.
Por supuesto, puede ser vergonzoso. Y algunas personas incluso terminan evitando situaciones sociales o laborales por ello. Pero hay cosas que puedes hacer para ayudarte a lidiar con eso.
Intenta encontrar formas de mantener la calma cuando creas que te encuentras en una situación estresante. A muchas personas les puede ayudar la respiración profunda, escuchar música o dar un paseo al aire libre. Experimenta para descubrir qué funciona para ti. Estos consejos también pueden ayudarte a lidiar con algunas de las causas y síntomas:
La comida picante, la nicotina y el alcohol son los culpables bien conocidos. La cafeína también aumenta tus niveles de adrenalina, haciéndote más propenso a sudar.
Las fibras naturales como el algodón son las mejores.
Un producto de protección avanzada te brindará el doble de protección que un antitranspirante estándar.
Si sabes que vas a tener un día particularmente estresante, mantén un antitranspirante en tu bolso.
Ten a mano también un pequeño paquete de pañuelos para secarte las manos, la cara o las axilas durante el día.
Lleva siempre contigo una botella de agua. Si estás deshidratado, tu cuerpo transpirara más para intentar refrescarse.