El sarpullido por transpiración puede aparecer en cualquier momento, especialmente si padeces transpiración en exceso, transpiración nocturna o sudoración a causa del calor. ¿Por qué? En pocas palabras, cuando el sudor no se evapora completamente de la piel, las glándulas sudoríparas se pueden bloquear e inflamar.
Generalmente, la piel se irrita y se produce una sensación de quemazón y picazón.
A menudo, aparecen áreas rojas o incluso la piel se agrieta.
Algunos factores pueden empeorar esta reacción. Entre las causas principales está el ejercicio y la ropa ajustada.
La erupción por sudor tiende a aparecer en aquellos lugares donde la piel de alguna parte del cuerpo roza con otra, como es el caso de las axilas, detrás de las rodillas, la entrepierna, la ingle, entre los senos y debajo de ellos. También es habitual que aparezca en lugares donde la ropa presiona sobre las áreas más sudorosas (como el roce que produce el cierre del brasier o el elástico de la ropa interior).
Para evitar el sarpullido por erupción, empieza por mantener tu cuerpo fresco.
La mayoría de los sarpullidos por transpiración van a ir desapareciendo con el tiempo. Si tienes piel sensible, estos factores pueden empeorar la erupción. Tal vez sea una buena idea probar un antitranspirante o desodorante sin fragancia.
No existe una única solución para evitar la erupción a causa del sudor, pero algunos cambios en tu rutina te pueden ayudar a reducir ese enrojecimiento tan temido.
Las sugerencias mencionadas anteriormente te van a ayudar a mantener la erupción controlada y a aliviar la piel. Si la erupción llegara a empeorar o necesitas más información acerca de sarpullidos causados por el calor, consulta con tu médico u otro profesional de la salud.