Sin tapujos: no tenemos la receta para que dejes de sudar por completo. Eso es físicamente imposible. Sin embargo, si sigues unas sencillas pautas, podemos ayudarte para que el sudor no sea un problema, ni cuando corres por el terreno de juego ni cuando vuelves a casa andando. Hemos recopilado siete soluciones clave que te ayudan a mantener el control y evitar la sudoración excesiva y las embarazosas manchas de sudor.
Refrescar algunos puntos de tu cuerpo como puntos de pulso, corvas, cuello y orejas con agua fría te ayuda a bajar tu temperatura corporal. Si tu dormitorio parece una sauna por las noches, una toalla húmeda detrás del cuello, en el pecho o sobre las piernas te ayudará a refrescarte al instante.
Si experimentas sudoración excesiva, los tejidos de origen natural y de corte holgado son tus mejores aliados. El algodón y el lino, tejidos transpirables y ligeros, también absorben y alejan el sudor de la piel. Por el contrario, mantente lejos de tejidos que atrapan el calor, entre ellos la licra, el poliéster, el rayón o la viscosa.
Si te pregunta como mantenerte fresco en las activdades de tu día a día, no olvides llevar en el bolso o mochila un pulverizador con agua. Un par de pulverizaciones en la cara, el cuello y el pecho te refrescará al instante.
Los desodorantes enmascaran el mal olor, pero los antitranspirantes van un paso más allá para ayudar a prevenir el sudor. ¿Cómo? Incorporan ingredientes especiales que regulan el sudor que expulsan de las glándulas sudoríparas. Debes buscar antitranspirantes que se tomen el sudor en serio. Rexona te ofrece una gama de antitranspirantes que atienden los diferentes problemas de sudoración. Por ejemplo, puedes elegir Rexona Maximum Protection: su exclusiva tecnología se ha desarrollado especialmente para combatir el exceso de sudor, además está demostrado que evita la humedad y te ofrece hasta 96 horas de protección.
Imagina el sudor como el sistema de riego de nuestro cuerpo, diseñado para enfriarnos cuando nos sobrecalentamos. Llevar un ventilador portátil nos ayuda a crear una brisa refrescante que mantiene a raya a las glándulas sudoríparas.
El llamado sudor gustativo al comer carne no es ningún mito. De hecho, la carne y otros alimentos ricos en proteínas necesitan más tiempo de digestión y, por ello, aumenta tu temperatura corporal y el riesgo de sudoración. Las comidas picantes también tienen un efecto similar. Se le conoce como efecto térmico de los alimentos (ETA) o termogenia inducida por la dieta. Mientras comes, tu metabolismo basal y tu temperatura corporal se disparan y ello provoca que sudes más. Además, si hace calor o acabas de hacer ejercicio, tienes todas las papeletas para sufrir mal olor corporal.
Todos sudamos al darlo todo en la cinta de correr, pero ¿qué pasa después? Nuestros cuerpos siguen produciendo sudor incluso después de haber parado. Por ello, si aprovechas la hora del almuerzo para ir al gimnasio y no quieres sudar en la reunión de las 14 h, usa un antitranspirante antes del ejercicio y después de ducharte para mantener la sensación de frescor.
El sudor no debería interponerse en tu camino. Si se trata de cómo dejar de sudar o cómo evitar las manchas de sudor, Rexona siempre tiene la solución. No puedes dejar de sudar por completo, pero estos consejos te ayudarán a prepararte para el día (o la noche) y que aumente tu confianza en cualquier situación sudorosa.