El sudor frío se refiere a cualquier tipo de transpiración que no es causada por el calor. Ya que la temperatura del cuerpo no es alta, la transpiración puede hacer que te sientas con frío.
También conocida como “diaforesis”, la sudoración fría es, en realidad, producto de la respuesta de “lucha o huida” del cuerpo, que existe para protegernos en situaciones de peligro. Esto sucede cuando nuestro cuerpo responde al miedo, al dolor, al shock, a la falta de aire o al bajo nivel de azúcar en sangre.
Algunas personas experimentan transpiración fría o se despiertan con sudor frío si tienen fiebre. También se puede experimentar sudoración fría excesiva en caso de haber tomado mucho alcohol.
Si estás experimentando transpiración fría diaria o sudor frío nocturno, tienes que consultar con tu médico para determinar si existen otros síntomas y así encontrar la causa. Cuando el sudor frío se presenta con dificultad para respirar, piel pálida, mareos o sensación de debilidad, podría tratarse de una enfermedad o afección.
Si de modo inexplicable, experimentas sudoración fría, podría ser el resultado de una herida o una enfermedad. Consulta con tu médico lo antes posible.
Los tratamientos dependen de qué está causando que transpires frío, pero dentro de las opciones pueden estar: