La transpiración en los pies puede causar problemas para todos.
Los pies sudorosos existen debido al calor y al ejercicio, y también debido al estrés. Con otras partes del cuerpo, la transpiración puede evaporarse fácilmente, pero, en el caso de los pies, la sudoración queda entre los dedos de los pies, así como también dentro de las medias y el calzado.
Cuando el sudor queda atrapado, las bacterias que se alimentan de él liberan un olor desagradable, y esto genera los pies olorosos, afección también conocida como “bromhidrosis”. Esto continúa incluso después de sacadas las medias y el calzado, especialmente si las ponemos en un lugar oscuro como un armario o un cajón, donde pueden desarrollarse.
El sudor de pies de una persona puede ser, naturalmente, mayor al de otra, pero esto no suele causar incomodidad ni problemas. Los cambios en la pubertad, en el embarazo y en la menopausia también pueden aumentar la transpiración en los pies.
Un pequeño porcentaje de personas sufren de sudor excesivo o hiperhidrosis, y algunas pueden notar que la transpiración sólo proviene de los pies. Esta enfermedad se denomina “hiperhidrosis plantar”. En algunos caos, el problema desaparece, y, en otros, dura toda la vida.
Si la transpiración de tus pies está teniendo un serio impacto en tu vida cotidiana es probable que sea mejor ver a un doctor.
Los dermatólogos usualmente tienen más experiencia en hiperhidrosis, por lo que podría ser mejor acudir a ellos primero.
Existen diversos tratamientos para la gente que sufre de sudor de pies excesivo o hiperhidrosisplantar. Para más información, consulta con tu médico.